RESEÑA HISTORICA
Debido a que el Shuar ha sido un
pueblo eminentemente guerrero y además porque antiguamente tenían la
costumbre de hacer después de sus guerras, el rito de la reducción de
la cabeza de sus enemigos, conocido como Tsantsa a fin de poder preservarla como trofeo de guerra; han sido generalmente conocidos en forma despectiva como Jíbaros o
salvajes; denominación que rechazan por su contenido etnocéntrico y
racista; por ello reivindican su derecho a autodenominarse como Shuar que significa, gente, persona.
Los temibles “jíbaros” dominaron la
selva amazónica hasta finalizar el siglo XIX, predominantemente en las
provincias de Morona Santiago y Zamora Chinchipe, no fueron sometidos
por los colonizadores. La llegada de la misión Salesiana, que cobró
fuerza a partir de 1930, provocó la nuclearización de los asentamientos
y nuevas formas de organización que culminaron con el establecimiento
de la Federación Shuar en 1964.
Los misioneros Salesianos, iniciaron
el proceso de cristianizar a los shuar, durante varios años, y los
primeros misioneros fueron prendidos de los temidos guerreros, aunque
la historia occidental no señala cuántos misioneros murieron en manos
de estos legendarios indígenas, transformados en tsantsas.
Los shuar fueron dejando su lado guerrero
tenuemente y sometiéndose a la pacificación impuesta por los
misioneros; en ese proceso varios shuar continuaron huyendo hacia el
sur, que fueron expandiéndose en comunidades inmersas en diferentes
zonas de Amazonía del Ecuador, en las provincias de Pastaza, Morona
Santiago, Zamora Chinchipe, hasta el territorio que hoy corresponde al
Perú.
ORGANIZACIÓN
Hasta hace poco la Nacionalidad Shuar,
solo estaba integrada y organizada en dos grandes agrupaciones: la
Federación Interprovincial del Pueblo Shuar del Ecuador, FIPSE, con
sede en Macuma, y la Federación Indígena de Centros Shuar, Ficsh, con
sede en Sucúa, ambas en Morona Santiago mismas, que representaban al
mayor número de indígenas shuar, pues el 65% de su población se
encuentra en la provincia de Morona Santiago y, el otro 35% entre las
provincias de Zamora Chinchipe y Pastaza.
Los shuar de Pastaza
venía canalizando, desde hace mucho tiempo, obtener un organismo que
los represente y recoja sus propias aspiraciones, en vista que no
estaban integrados a estas dos federaciones y sobre todo por la
distancia que los separaba; estaban aislados, no participaban de las
propuestas y resoluciones que adoptaban las asambleas de estas dos
grandes federaciones; tampoco intervenían en sus decisiones, por lo que
buscaron conformar su propia federación con sede en Puyo, para
agrupar e integrar a las comunidades shuar de la jurisdicción de
Pastaza; es así que con fecha 21 de junio del 2000 se crea la
Federación de la Nacionalidad Shuar de Pastaza, Fenashp, reconocida
legalmente mediante Acuerdo Ministerial 21-86 por parte del Ministerio
de Bienestar Social, el 16 de febrero del 2001. La Fenashp, se
convierte, actualmente, en el único organismo representativo de los
Shuar de Pastaza.
UBICACION GEOGRAFÍA, TERRITORIO Y POBLACIÓN
Son aproximadamente 45.000 personas en
total que habitan en las cuencas del río Santiago, Morona y Pastaza.
Ocupan el Este de la Provincia de Zamora y Morona Santiago y el Sur de
la Provincia de Pastaza.
En Pastaza, los indígenas shuar están agrupados actualmente, según la Federación de la Nacionalidad Shuar de Pastaza, Fenashp, en: 28 comunidades pertenecientes a tres asociaciones: Pupunás, Pastaza y Charip, con una población total de a 5.500 habitantes, (2001) en un territorio aproximado de 300 mil hectáreas hasta la frontera con Perú.
En Pastaza, los indígenas shuar están agrupados actualmente, según la Federación de la Nacionalidad Shuar de Pastaza, Fenashp, en: 28 comunidades pertenecientes a tres asociaciones: Pupunás, Pastaza y Charip, con una población total de a 5.500 habitantes, (2001) en un territorio aproximado de 300 mil hectáreas hasta la frontera con Perú.
Las comunidades shuar, en Pastaza son:
Chapints, Unt Pastaza, Shaka, Kumai, Kuakaash, San Pedro, Kawa, San
José, Numak, Paipuich, Jampis, San Rafael, Shakap, Sharup, San Miguel,
Timias, Yantana, Peas, Nayumentsa, Kapar, Tesaraku, Uwijint, Nankauk,
Yuu, Consuelo y Sake; todas estas comunidades se ubican al interior de
la vía Puyo-Macas y en las riberas del río Pastaza, al sur. Su
territorio está delimitado por el número de familias que conforman y es
reconocido por las autoridades.
COSTUMBRES
Su idioma tradicional es el
shuar-chicham, perteneciente a la lengua lingüística jivaroano. La
subsistencia se basa principalmente en la horticultura itinerante de
tubérculos, complementando con la caza, pesca y recolección que son
realizadas por el hombre; el cuidado de la parcela y también de la
recolección, le corresponde a la mujer. Ella está a cargo de los niños y
de las labores del hogar, particularmente de la preparación de la
chicha y de la cocina.
Utilizan el sistema de cultivo de roza y
quema. La caza es la principal fuente de proteínas, complementando la
alimentación con la pesca y recolección de frutos, insectos y plantas.
Sin embargo, en la actualidad la mayoría del tradicional territorio de
caza está siendo sustituido por pastizales para ganado, lo que ha traído
como consecuencia el agotamiento progresivo del suelo y una menor
disponibilidad de tierras.
Esto ha ocasionado la implantación de
un patrón de asentamiento sedentario, el mismo que está produciendo
cambios en su sistema socioeconómico.
Tradicionalmente el asentamiento fue
disperso, normalmente zonificado de acuerdo a las relaciones de
parentesco.
Actualmente su patrón de asentamiento se integra a la
estructura político administrativa dirigido por sus organizaciones.
La vivienda es de forma
elíptica, con un espacio interior muy amplio, en el que se encuentran
dos zonas restrictivas; el “ekent”, área familiar de las mujeres y niños
pequeños y el “Tankamash”. Área social, de los hijos varones y
visitas; la casa shuar tiene piso de tierra, paredes con tablillas de
chonta y techo de hojas de palma.
La casa achuar con ligeras variaciones
estructurales carece de paredes por estar asentada en zonas más cálida.
Una de sus instituciones más importantes es la visita; pues fortalece y
cohesiona los lazos de parentesco e incentiva una mayor interacción
social.
Tradicionalmente el hombre Vestía una
falda llamada “Itip” tejida en algodón y teñida con tintes naturales:
la mujer, una especie de túnica amarrada en un hombro y ceñida a la
cintura por un cordón. En la actualidad es muy común el uso de prendas
de modelo occidental. Se complementa el vestido con pintura
corporal hecha con achiote.Tradicionalmente el pueblo shuar
hizo la guerra como mecanismo de justicia para restablecer el
equilibrio natural.
Siendo Shuar la auto
denominación general, sin embargo al interior de la nacionalidad, se
adoptan distintas auto denominaciones, que no significan diferencias
culturales, sino más bien, hacen referencia a la ubicación geográfica
en la que se asientan; así encontramos a: Los Muraya Shuar (gente de la montaña) que están asentados en el Valle del río Upano; los Untsuri Shuar (gente numerosa) situados entre las cordilleras del Cóndor y Kutukú; los Pakanmaya Shuar que viven en la zona del Transkutukú.
La lengua materna, es el Shuar perteneciente a la Familia Lingüística Jivaroana
según la clasificación estudiada por Karsten. Para su interacción con
la sociedad nacional, emplean el Castellano como segunda lengua.
Actualmente se puede ver, la perdida del uso del Shuar
en las comunidades, como consecuencia de la influencia de la sociedad
nacional a través de la escuela y de los medios masivos de información,
los mismos que imponen cada vez más, el uso del castellano como lengua
dominante.
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